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contexto
En un escenario financiero volátil, donde el exceso de tecnicismos genera más dudas que certezas, Betterplan apareció como una alternativa única: tecnología para invertir fácil, con el respaldo de una asesoría humana real. El desafío era posicionar este modelo híbrido en un mercado saturado de promesas simples y vacías, sin perder cercanía ni ambición.
“aquí, siempre hay un betterplan”
campaña
Así nació “Siempre hay un Betterplan”, una campaña que tomó la ansiedad de invertir —los miedos, los errores comunes, las modas pasajeras— y la transformó en una declaración clara, empática y con actitud. Con un tono irónico, visualmente rupturista y culturalmente activo, la marca se apropió de su nombre para instalarlo como respuesta a todo lo que podría salir mal. Porque cuando el contexto es incierto, tener un Betterplan siempre es una buena idea.